Precalentar el horno a 185 °C (360 °F).

Cortar la berenjena en pequeños dados, de alrededor de 1×1 cm (1 pulgada y media), sin pelarla. Freír la berenjena en una sartén grande en aceite de oliva a fuego medio. Salpimentar.

Añadir la cebolla picada, el ajo y las especias. Freír durante varios minutos hasta que la cebolla y la berenjena empiecen a ablandarse y tomar algo de color.

Añadir la carne molida y freír hasta que esté bien hecha. Remover en salsa de tomate y dejar hervir durante unos minutos.

En una cacerola, mezclar los ingredientes para la salsa de queso, ¡guarda la mitad del queso para echar por encima! Dejar hervir a fuego lento durante unos minutos hasta que se espese. Añadir nuez moscada molida si la usas, y remover bien.

Pasar la carne a una asadera grande o a varias pequeñas. Echar la salsa por encima y coronar con el resto del queso.

Introducir en el horno durante unos 20 minutos, o hasta que el queso tome un buen color dorado. Servir con algunas verduras de hoja verde.