Las cebollas pueden prepararse en el horno o en la parrilla. Los métodos y resultados son ligeramente diferentes, pero saben igual de bien.

Si vas a usar el horno, precalentarlo a 200 °C (400 °F). Dividir las cebollas por la mitad a lo largo y colocarlas en una asadera.

Echar aceite de oliva y jugo de limón por encima y salpimentar al gusto. Asarlas en el horno durante 20 minutos o hasta que las cebollas estén suaves y bien doradas. Si quieres que tengan más color, enciende el modo parrilla durante un par de minutos hacia el final. Estate atento mientras parrilleas para asegurarte de que las cebollas no se quemen.

Si vas a preparar las cebollas en la parrilla, mezclar el aceite y el jugo de limón en un tazón pequeño. Partir las cebollas por la mitad a lo largo y aplicarles la mezcla de limón/aceite. Salpimentar al gusto.

Parrillar durante 10-15 minutos según el tamaño; darles la vuelta tras unos minutos.

Servir directamente tras retirarlas de la parrilla o a temperatura ambiente. Echar por encima el resto del aceite y del jugo de limón antes de servir.