Precalentar el horno a 160 °C (325 °F).

Extender 3-4 ramas grandes de romero en el centro de una rustidera y colocar el cordero sobre las ramas. Hacer cortes de 1,5-2 cm (1/2-3/4 de pulgada) de profundidad en la parte superior del cordero. Insertar las rodajas de ajo y las ramitas pequeñas de romero en los cortes.

Untar todo el cordero con aceite de oliva y después cubrirlo de forma generosa con sal y pimienta.

Colocar el cordero en la rejilla central del horno. Asarlo durante alrededor de 1 hora o hasta que su temperatura interna llegue a 70 °C (160 °F), esté hecho al punto y ligeramente rosado en el centro.

Reservar el cordero y cubrirlo sin apretar con papel de aluminio. Dejarlo reposar durante al menos 15-30 minutos para asegurarte de que los jugos se redistribuyan. Pasado ese tiempo, cortarlo en rodajas.

Cortar la calabaza butternut y quitarle las semillas para conseguir gajos de alrededor de 1 cm (1/2 pulgada) de grosor. Si la piel es fina, puedes dejarla; si es gruesa, pélala.

Colocar la calabaza en una rustidera. Mezclar con el aceite de oliva y salpimentar.

Asar la calabaza durante 15-20 minutos o hasta que esté dorada y tierna. Añadir las judías verdes y mezclar cuidadosamente las verduras. Cocinar durante 15 minutos más y después reservar.

Mientras se hornean las verduras, verter el caldo de pollo y los jugos de la sartén a una cacerola. Poner a fuego medio-alto.

Si hay cualquier exceso de grasa, usar una cuchara grande para retirar la grasa del caldo. Incorporar la mantequilla a la cacerola, metiéndola trozo a trozo, para conseguir una deliciosa salsa de textura sedosa.

Servir el cordero con las verduras asadas y la salsa como guarnición.